jueves, 29 de diciembre de 2011

jueves, 22 de diciembre de 2011

ARTÍCULO: "LAS NAVIDADES DE LOS MENOS FAVORECIDOS"


Artículo publicado en el periódico "Las provincias". Para leerlo mejor lo podréis hacer a través este enlace:

miércoles, 14 de diciembre de 2011

ENTREVISTA EN BLOG LITERARIO.


Para poder leer esta entrevista deberéis entrar en este enlace:

ARTÍCULO "SENEGAL TAMBIÉN EXISTE"


Artículo publicado en Bottup. Este es el enlace:

FRAGMENTO DE "LA REPÚBLICA DEPENDIENTE DE MAVISAJ"


Este nuevo fragmento corresponde al cuarto capítulo:

CAPÍTULO 4

El pequeño Pierre

Oculto tras la ventana de su dormitorio, a Pierre le fascinaba observar la lluvia tras los cristales, resguardado en todo momento por esa calidez que ofrece el hogar. En ocasiones se dejaba llevar por su imaginación rememorando viejas leyendas de otro tiempo, obviando la realidad y erigiéndose en protagonista de sus propias fábulas. Al amparo de sus padres, el chico disfrutaba como podía de aquella soledad a la que había sido relegado, y mientras sus amigos trepaban a los cocoteros y se zambullían en el río lejos de las miradas de los adultos, Pierre esperaba su llegada resguardado en todo momento por la mirada protectora de su padre, ya que éste nunca perdía sus pasos, a no ser que alguien cercano a la familia se responsabilizase de su seguridad. El carácter de su padre, Reinaldo, era dulce y afable, pero agrio y severo cuando se le contradecía, sobre todo cuando se trataba de la seguridad de su familia. Nadie llegó a preguntarle jamás el motivo de aquel comportamiento, pero todos sabían que probablemente aquellas horas que pasó con tan sólo nueve años en las mazmorras de palacio, llenaron de ira su corazón, pero sobre todo lo inundaron de miedo. Miedo hacia todo aquello que no podía controlar, hacia aquellos seres uniformados que de vez en cuando se acercaban hasta la aldea para aterrorizar a la población, en busca de un miedo patológico que los mantuviera alejados de cualquier pretensión de sublevación. Reinaldo Lemerre amaba de tal forma a su familia, que nunca hubiese consentido que alguien de su sangre pasara por lo que él mismo vivió. Una daga de pequeñas dimensiones, pero con un filo que podía cortar la respiración, siempre le acompañaba. En una ocasión, Pierre oyó cómo su padre, pensando que el chico dormía, se sinceraba con un viejo amigo diciéndole que «hay una cosa aún peor que la muerte, y ésa no es otra que el dolor. Ese dolor que te rasga las carnes, pero sobre todo, el corazón. Ese dolor que hace que tu mente sólo piense en el fin, en ese final placentero que acabe con todo. Ya no piensas en reír, en soñar o en disfrutar, puesto que lo único que quieres es no sufrir, no sentir nada, ni bueno ni malo, y entonces de repente descubres que el dolor físico ha terminado. No sabes si estás vivo o muerto, puesto que tu noción del tiempo y de la realidad ha desaparecido, y de repente, cuando te das cuenta de que estás vivo, empieza el peor trauma al que un hombre puede ser sometido: el miedo. Ese miedo que arrastrarás durante toda tu vida. Vivirás, intentarás disimularlo, superarlo, pero él es alguien fiel que nunca te abandonará, y te unirás a él de por vida. Lo conocerás, dormirás con él, lo ocultarás tras tu sonrisa, incluso conseguirás olvidarlo en algunos momentos. Pero en realidad siempre estará ahí, como tu sombra, agazapado, tranquilo, esperando su oportunidad para sorprenderte y reclamar lo que es suyo, que no es otra cosa que la posesión de por vida de tu mente y de tu alma, hasta que al final llegas a un pacto con él. Lo respetarás, pero guardando las distancias. Le dirás que tu alma es suya para siempre pero que intentarás proteger a los tuyos de su presencia, aunque el intento te cueste la vida. Mi hijo, mientras yo pueda evitarlo, nunca conocerá la cara más oscura del miedo. Conocerá su cara más amable, que no es poco y además es ley de vida, pero intentaré que esa bestia no penetre jamás hasta lo más profundo de su corazón. Si algún día llega el caso, Dios no lo quiera, Pierre nunca entrará con vida en las mazmorras de palacio, puesto que mi daga, si no hay más remedio, se encargará de ello. La vida es el don más preciado que tenemos, pero nunca a costa de un sufrimiento sin control. Pocas cosas tengo claras en esta existencia plagada de enigmas, pero de lo que no me cabe ninguna duda, es que es mejor una muerte digna que respirar teniendo muerto el corazón. Lo único que me ha mantenido vivo durante estos años es el amor a mi familia, y haré todo lo posible por librar a los míos de los males que yo tanto conozco».

Aquella conversación quedó grabada para siempre en la mente de Pierre. No, su padre jamás le contó que…

NUEVA RESEÑA DE "LA PLAYA DE REBECA"


Para poder leer esta nueva reseña realizada en un Blog literario, deberéis entrar en este enlace:

jueves, 24 de noviembre de 2011

NUEVA RESEÑA DE "LA REPÚBLICA DEPENDIENTE DE MAVISAJ"


Esta reseña pertenece al blog literario "Mundo Paralelo". Para poder leerla deberéis entrar en este enlace:

domingo, 20 de noviembre de 2011

ARTÍCULO "LA LITERATURA DE CRÍTICA SOCIAL"


Publicado en el periódico "Las Provincias" el viernes 18 de noviembre. Para leerlo mejor podéis entrar en este enlace:

ENCUENTRO EN EL IES PENYAGOLOSA






Encuentro en el instituto de enseñanza secundaria "Penyagolosa" en donde realicé una charla a los alumnos como consecuencia de la lectura que habían hecho de mi novela "La República dependiente de Mavisaj".

ARTÍCULO - ENTREVISTA TITULADO "¿QUÉ IMPORTANCIA TIENEN HOY EN DÍA LAS ONG?"


Para poder leer este artículo-entrevista realizado a Rosa Herrero, coordinadora de la Unidad Territorial de la CVONGD, podéis entrar en este enlace:

FRAGMENTO DE "LA REPÚBLICA DEPENDIENTE DE MAVISAJ"


Este nuevo fragmento al segundo capítulo titulado "La isla de Katerauac (el mundo)":

Aquella isla, situada en el mismo Ecuador, te cautiva incluso antes de poner tus pies en ella. Desde el aire, la frondosidad de sus bosques tropicales se mezcla con los continuos saltos de agua que, en forma de cascada, acarician y riegan el inmaculado verde que sus colinas y valles albergan. Éstos, embriagados por el frescor que los torrentes producen en ellos, los juntan y encauzan hasta formar ríos a los cuales acompañan hasta su encuentro con el mar, recibiéndolos éste con todo su esplendor y mostrándoles un espectacular azul turquesa difícilmente igualable. Sus playas de arena blanca son acariciadas sin rubor por unas olas tranquilas, amansadas por una prodigiosa barrera de coral que, a la vez que les da la bienvenida, les advierte de que no deben molestar con su impertinencia al gigante de fuego, no sea cosa que profanen su placentero sueño y éste, molesto, escupa ríos de lava para mostrar su mal despertar. Hace varias décadas que la gran montaña está dormida, pero eso no significa que su corazón no siga latiendo. Su poder es tal que con cada erupción ha remodelado la silueta de Mavisaj, como emulando al Todopoderoso en este tipo de cuestiones. En su honor se levantaron hace cientos de años infinidad de templos, esculpidos cuidadosamente con la roca volcánica que el gran señor les había proporcionado para dicho fin. La espiritualidad que en ellos se respira está adornada por miles de flores que acarician su recinto, pues la unión de dicho dios con la naturaleza es total.

Sus muros no tienen techos, y las aberturas de sus paredes nunca están obstruidas por ninguna puerta, puesto que para el gran señor nunca ha de haber secretos que ocultar. Las gentes de Mavisaj eran abiertas, como sus templos, sin nada que esconder, pues sus únicas pretensiones eran pasar por esta vida preparándose para un honor más alto, que no era otro que la unión espiritual con el Ser Supremo cuando sus días terrenales llegasen a su fin. Fue quizá por ese motivo, por lo que hasta hace tan sólo treinta años siempre estuvieron a merced de una gran potencia colonial. Desde tiempos inmemoriales, sus ricas y fértiles tierras han sido codiciadas por todo tipo de visitantes, los cuales, no satisfechos con las rentables transacciones comerciales que solían realizar, acababan finalmente oprimiéndola y sometiendo a la población a su caprichosa voluntad. Si tentador era someter a estas gentes, sólo por el hecho de oponer poca resistencia debido a su forma espiritual de comportarse, no lo era menos el explotarla debido a la gran riqueza que sus tierras escondían. Pero quizá «esconder» no sea la palabra adecuada, pues su suntuosidad y hermosura se atisba tanto desde la propia tierra, como del lejano mar. Cuando bordeas la costa, su majestuosidad y abundancia de frutos tropicales te saludan desde la orilla, atrayéndote hacia ella como preciosas sirenas en mitad de un inmenso mar. Si evidentemente caes en la tentación de desembarcar en sus playas, tus sentidos ya no te dejarán volver atrás. A cada paso, cuando te adentras en su frondosa espesura, la naturaleza te va sorprendiendo a cada instante. Pájaros de mil colores, árboles y plantas con todo tipo de manjares, e infinidad de agua con la que satisfacer todas tus pretensiones. El paisaje te embriaga y sigues caminando, no das un paso atrás, puesto que tus ojos están ávidos de nuevas sensaciones y riquezas. Machete en mano si es preciso, vas ganando tu duelo particular con la montaña que vas escalando, regocijándote con lo conseguido, y soñando con lo que vas a descubrir. Cuando por fin llegas a su cúspide, el paisaje te corta la respiración. Una inmensidad de valles y laderas montañosas esculpidas con miles de terrazas de un verde espectacular invaden tus ojos. Son los arrozales, los cuales parecen haber sido hechos por un ser superior, pues su belleza es inigualable. El agua de lluvia lo invade todo, y sonoros riachuelos campan a sus anchas haciéndoles guiños a las verdes matas, a las que acarician y dan vida. Tus ojos y tus piernas son incapaces de atisbar el final de dicho paraíso, pues detrás de una ladera sigue otra, y con cada valle vuelve a nacer otra montaña. Sólo tras varias jornadas castigando tus extremidades, pero regocijando tus pupilas, das con él, con el señor de la isla, con aquél que hace miles de años creó tanta belleza al arrojar desde sus entrañas el sedimento volcánico que cubre la totalidad de Mavisaj. Katerauac, así es como le llaman los nativos desde tiempos ancestrales.

lunes, 14 de noviembre de 2011

RESEÑA SOBRE "AÑO 2112. EL MUNDO DE GODAL"


Aquí tenéis la reseña realizada por el blog literario "Libros que voy leyendo" sobre mi novela "Año 2112. El mundo de Godal". Este es el enlace:

lunes, 7 de noviembre de 2011

RESEÑA SOBRE "LA PLAYA DE REBECA"


Aquí tenéis la reseña realizada en el blog literario "Mundo paralelo". Este es el enlace:

FRAGMENTO DE "LA REPÚBLICA DEPENDIENTE DE MAVISAJ"


Este fragmento pertenece al capítulo uno titulado, paradójicamente, "El final". Como no es muy extenso, aquí lo tenéis íntegramente:

CAPÍTULO 1 El final

El pequeño haz de luz que se filtraba a través de la tupida cortina de la habitación hacía temer lo peor. El hombre que en ella habitaba estaba a punto de morir, y él lo sabía. Hacía horas que su móvil estaba desconectado, y las llamadas que recibía a través del teléfono fijo eran ignoradas por éste. La suite del hotel Imperial se le hacía inmensa, desproporcionada para lo insignificante que se sentía. Deambulaba sin cesar del salón al dormitorio, deteniéndose en ocasiones en el baño para aliviar el agobiante sudor que invadía su nuca. Mojaba delicadamente su rostro, a la vez que la parte anterior y posterior del cuello, para volver de nuevo sobre sus pasos, en un camino que repetidamente le conducía al mismo sitio. Tomaba aire con tal fuerza, que sus conductos respiratorios apenas daban abasto, expirando y aspirando con tal brusquedad que ni siquiera su cuerpo podía controlar. Mientras su mente viajaba por su pasado, sus cuerdas vocales se deshacían en una tos incontrolada que le provocaba el vómito, un vómito cruel de sentimientos encontrados. Miraba al cielo como buscando un porqué, una respuesta, pero lo único que encontraba era el reflejo que aquel haz de luz producía en la lujosa lámpara de cristal de bohemia. Las prolongaciones de la misma se asemejaban a lágrimas en suspensión, unas lágrimas que paradójicamente él ya no tenía, puesto que las últimas que había derramado minutos antes lo habían dejado exhausto y sin apenas expresión en sus cansados ojos. Seguía andando sin pausa, pellizcándose furiosamente los brazos y golpeando su cara con sus nudillos desnudos. Voceaba de vez en cuando preguntándose el porqué de su ingenuidad, pero sobre todo, el porqué de su situación. Cuando la tos cesaba, jadeaba como un morlaco buscando las tablas intentando que éstas le ayuden frente a la masa vociferante y cruel que espera su muerte. Sus recuerdos y su risa, desesperada en ocasiones, lo introducían por momentos en otro tiempo, cuando él era un hombre sano y fuerte, pero ante todo, admirado y respetado. Sí, iba a morir, sólo él lo sabía, y eso era lo que más le dolía. Ya no había tiempo ni medicinas que pudiesen curar su enfermedad, ésa que produce desgarros irreparables en el corazón, y en el alma. Después de largas horas de «caminata», sus extremidades se relajaron, y su cuerpo y su mente empezaron a experimentar una paz que apenas recordaba. Se sentó tranquilamente frente al escritorio, e intentando recuperar unas fuerzas que ya no tenía, tomó papel y lápiz y firmó la nota que horas antes había redactado de su puño y letra. En el mismo momento en que el teléfono volvía a sonar, un estruendo acalló su sonido, y Pierre Lemerre dejó de vivir. Sí, él sabía que iba a morir, puesto que la pistola que llevaba en su bolsillo se lo recordó desde el primer momento en que entró en la habitación.

Sólo habían pasado un par de horas cuando Jhon Rodríguez entró en la suite. El ir y venir de los inspectores de policía se mezclaba con el murmullo de los periodistas que se arremolinaban en la puerta. Ajeno a todo esto, el cuerpo inmóvil y con el cráneo destrozado de Pierre Lemerre descansaba sobre la silla del escritorio, goteando todavía la sangre, que horas antes corría por las venas del vicepresidente de la República Independiente de Mavisaj.

ENTREVISTA EN BLOG LITERARIO.


Esta es la entrevista que me realizaron en el blog literario "En el mundo de la fantasía". Este es el enlace:

martes, 1 de noviembre de 2011

"LA REPÚBLICA DEPENDIENTE DE MAVISAJ"


Primera frase, dedicatoria y pequeño prólogo en forma de cuento que encabezan esta novela:

Si los cuentos fuesen realidad, alguien

conspiraría para asesinar a la fantasía.

Para todos los «no cuerdos» de este

mundo, puesto que todavía son capaces

de creer, pero sobre todo soñar, con la

felicidad compartida.

PRÓLOGO

Una vez érase, un Mundo que no era «mundo», pues su fiel compañera la Felicidad, murió víctima del rencor y la tiranía, de la injusticia y la maldad. Así, aquel Mundo se sumió de repente en una cruel desesperanza en la que nada ni nadie quiso ayudarle, y poco a poco empezó a morir también. La Vida quiso ir en su rescate, pero la Indiferencia y la Envidia se lo impidieron. Fueron meses, quizá años, de oscuridad y de miseria, de sinsabores y sinrazón. Pero de repente apareció él, el Equilibrio, tendiéndole una mano y aconsejándole a seguir luchando, aliándose con un nuevo personaje, el Optimismo, el cual no estaba hecho como los demás, ya que éste vivía en un paraíso de fantasía y felicidad. Y fue entonces cuando el Mundo comprendió que la Felicidad no había muerto, pues aunque fuera sólo en la mente de un «no cuerdo», como era el caso del Optimismo, ésta seguiría existiendo mientras el «mundo» fuese Mundo. Sí, fue en ese preciso momento cuando dicho Mundo decidió agradecer al Equilibrio su ayuda, no dejándose morir e intentando vivir en el único «mundo» que él podía entender, procurando empezar cada día con un «érase una vez», y no con un «una vez érase», tal y como muchos de los personajes que en él mismo vivían, habían pretendido abocarlo.

Pierre Lemerre no supo escucharlo, o más bien no le dejaron, por eso no fue el mundo el que lo mató, sino los crueles y despiadados personajes que en él viven.

viernes, 28 de octubre de 2011

ARTÍCULO "¿QUÉ SENTIMOS AL LEER... Y AL ESCRIBIR?"


Este artículo se publicó en el periódico "Las Provincias" el 28 de octubre. Para leerlo mejor aquí tenéis el enlace:

FRAGMENTO DE "LA PLAYA DE REBECA"


Este fragmento pertenece al capítulo VIII titulado "La esperanza de un mundo mejor":

Estaba serena, aliviada como ella misma había dicho, como si todo aquel mal trago le hubiese dado fuerzas renovadas, como si al fin su mundo empezase a estabilizarse y a reencontrar la serenidad perdida. La tarde llegaba a su fin, y no pude reprimir mis deseos de ver aquel nuevo atardecer en la playa. Un atardecer diferente para los dos, lleno de vitalidad y esperanza. Salimos de la casa con una amplia sonrisa en nuestros rostros, sintiendo la calidez de la tarde en todo nuestro ser. La tenue luz del atardecer prolongaba desmesuradamente nuestras sombras, mientras ella contaba minuciosamente con su mirada cada uno de sus pasos, abstraída en el tiempo, como esperando encontrar la salida tras las huellas dejadas sobre la arena. Tras el ocaso del sol, la luna y el mar se hermanaron en un frenético intento de mostrar su belleza. La luna llena derramaba su luz sobre aquel mar transparente y limpio, como invitándonos a abrazarnos a él, a sentir la calidez de su tacto sobre nuestros cuerpos. Sin decirnos nada, como si de una orden recibida se tratara, empezamos a desnudarnos lentamente, con la mirada fija en el horizonte, embobados por aquel hermoso resplandor que la luna producía sobre aquellas aguas de color cristal. Nuestros cuerpos se mezclaron con aquel líquido que destilaba frescura, transformando la calurosa noche en un mar de sensaciones. Nuestros chapoteos rebosaban en alegría y despreocupación, haciendo de aquellos momentos, algo mágico. No tardamos en salir, pero siempre recordaré aquella imagen de Rebeca de camino hacia la orilla. La contemplé en silencio, observando aquella brisa suave que rozaba su cuerpo, como si el cielo acariciase su piel y el viento no se atreviese a tocarla. Tenía la piel mojada, y las gotas se deslizaban suavemente a través de sus delicadas curvas. Estaba hermosa, más hermosa que nunca. Mientras ocultábamos nuestra desnudez bajo un par de toallas, Rebeca me sorprendió con una pregunta.

—¿Te has fijado en la luz del mar?

—Querrás decir en la luz de la luna —le respondí.

—No, me refiero a la luz del mar. Hoy está contento, porque la luna llena le transmite su energía. El mar es como nosotros, viene y va, se enfurece y se tranquiliza, y es totalmente dependiente de lo que le rodea. Su corazón palpita como el nuestro, y si se deprime, va descendiendo a esas profundidades cada vez más oscuras que lo aíslan y lo marginan. Pero esta noche no, esta noche la está saludando a ella, a la luna, a esa amante fiel y caprichosa que lo ilumina y le da vida. Esa amante apasionada que se hace esperar, que nunca cansa, y que promete volver una y otra vez mientras creamos en ella.

—Entonces, ¿son amantes el mar y la luna?

—Siempre lo han sido. Acaso, ¿por qué crees que la marea sube por la noche?

ARTÍCULO "GAMBIA: UN PAÍS DESCONOCIDO"



Artículo publicado en Bottup. Este es el enlace:

sábado, 22 de octubre de 2011

FRAGMENTO DE "LA PLAYA DE REBECA"


Este fragmento pertenece al capítulo titulado "La utopía de la igualdad":

Nos recostamos en el sofá, dando libertad a nuestras manos para acariciarse, mientras mi mente dejó todos aquellos pensamientos que me corroían para centrarse en aquel nuevo mar que iba a invadir nuestras mentes durante unas cuantas horas. Le indiqué que aquel mar era cálido, como muchos otros que había visitado, pero que éste llevaba tatuado en su historia todas aquellas andanzas de piratas y bucaneros que despertaron nuestra imaginación con apenas diez años. Sí, le iba a hablar del mar Caribe, del mar de los sueños, de los paraísos perdidos que se venden al precio de dos por uno en las agencias de viajes de cualquier ciudad europea. Ese mar en el que los sueños deben hacerse realidad, y en el que su indiscutible belleza natural se ha de fundir con la felicidad de los que allí viven. Quizá sea esto lo que nos quieran vender, sabiendo de antemano que sus paisajes no nos defraudarán, y dando por hecho que nuestro interés hacia sus gentes no irá más allá de un simple comentario con el camarero que nos sirve los daiquiris. Pero la realidad, como siempre, es otra. De todas formas, primero le hablé de todo lo bello, de sus increíbles playas atestadas de cocoteros, de sus ciudades coloniales llenas de vida y del carácter abierto y alegre de sus gentes, a pesar de todas las penurias por las que han de pasar.

ARTÍCULO "¿QUÉ TIPO DE INFORMATIVOS TELEVISIVOS TENEMOS?"


Publicado en Bottup. Para poder leerlo mejor aquí tenéis el enlace:

FRAGMENTO DE "LA PLAYA DE REBECA"


Este fragmento pertenece al capítulo titulado "¿La ira de Dios o de los hombres?":

Desperté sobresaltado, como esperando lo que mis ojos me estaban diciendo. Rebeca no estaba. Por un instante pensé que todo había sido un sueño, esa necesidad de mi subconsciente de crear algo bello, algo puro y limpio que me hiciese reconciliar con el mundo. Pero mis oídos me rescataron de mi pesar. Fueron ellos los que le indicaron a mis ojos que se volviesen al escuchar el sonido de un balancín en el salón. La puerta del dormitorio estaba entreabierta, y fue a través de ese escaso espacio por el que vi que era Rebeca la que provocaba aquel «maravilloso chirrido». Estaba sentada en la mecedora, frente a la ventana, observando el nuevo día con una expresión relajada en su rostro. Su cuerpo seguía desnudo, majestuoso, como formando parte de ese maravilloso día que acababa de empezar. No quise levantarme. Era todo perfecto, armonioso, lleno de luz, y simplemente me dediqué a observarla, a saborear el momento, esos contados momentos que siempre formarán parte de ti, y que justifican tu existencia en las situaciones amargas. Debí relajarme tanto que cuando mis ojos se volvieron a abrir, Rebeca ya no estaba. No importaba, la nota sobre la almohada que había dejado me reconfortaba; me tranquilizaba el saber que me esperaba esa noche allí, en la playa, como siempre, como venía siendo costumbre, EL MAR, REBECA Y YO.

El repicar de la puerta me devolvió a la realidad, esa realidad cotidiana que tan solo sirve de nexo con lo esperado, pero que no por ello quería desaprovechar. Recuerdo sus palabras al decirme que hiciese del tiempo mi aliado, que lo aprovechase, que aprendiese a convertir en positiva cualquier situación, y que sólo así conseguiría «elevar mi alma».

domingo, 16 de octubre de 2011

COMENTARIO EN BLOG LITERARIO SOBRE MI OBRA


Aquí tenéis el enlace en donde podréis ver algunos aspectos de mi obra así como una pequeña entrevista que me realizaron en el blog literario "Historias susurradas":

sábado, 8 de octubre de 2011

FRAGMENTOS DE "LA PLAYA DE REBECA"


Estos dos nuevos fragmentos pertenecen al tercer capítulo titulado "El mundo por patria".
Primer fragmento:

El despertar de aquella mañana volvió a ser placentero. Parecía como si algo dentro de mí me invitara a recomponer mis pedazos rotos, a pensar por momentos que todavía había tiempo, que no todo estaba perdido, y que todavía tenía intacta la ilusión de la esperanza. Recordando las palabras de Rebeca de que intentara aliarme con mi tiempo, salté de la cama por inercia, sin saber todavía qué hacer, pero sabiendo que debía salir de aquel refugio y observar todo lo que me rodeaba.

Sin rumbo fijo, empecé a caminar hacia el pueblo, oliendo la brisa de la mañana y admirando aquellos prados verdes humedecidos por el rocío del alba. Toqué las piedras de aquellas primeras casas del pueblo, como si su vejez tuviera que transmitirme sabiduría. Pisé con ansia aquellas callejuelas con sus adoquines despedazados por el tiempo, y sin darme cuenta, me paré delante de una portezuela entreabierta, en la que en su interior se adivinaba un desorden de sillas y mesas recién limpiadas. Intuí una voz desde su interior que me invitaba a entrar, y así lo hice.

—Buenos días, soy Séneca, el tabernero. Usted debe de ser el forastero que se ha instalado en una de las casas de la playa, ¿no es así?

—Así es. Me llamo Juan, y espero no importunarle a estas horas.

El tabernero me miró extrañado y soltó una carcajada que retumbó en mis oídos.

—Sepa usted que hace ya un par de horas por lo menos que empecé a servir las primeras copas de aguardiente. Aquí la gente se acuesta pronto y se levanta con el sol. Es lo que han hecho siempre y no creo que a estas alturas tengan ya ganas de cambiar.

—Discúlpeme, supongo que la vida aquí es muy diferente a la de la ciudad.

—Pues si quiere que le sea sincero, eso es lo que dice mucha gente, pero yo, a mis años, no tengo ningunas ganas de averiguarlo. Ésta ha sido mi vida durante setenta años, y a mi edad, ya no tengo ganas de experimentar como ustedes, los jóvenes.

—Bueno, no tan joven, hace varios años que cumplí los cuarenta.

—¿Usted? Un chaval, hombre; se lo digo yo.

—Gracias, oír eso le alegra el día a uno. Por cierto, ¿tiene algo que ver su nombre con el famoso Séneca de Córdoba?

—Pues claro hombre. Mi padre fue un gran admirador de la civilización romana, y no es que mi padre fuese un hombre muy culto, pero siempre decía que le ayudaría más leer un libro de historia, que pasarse las tardes jugando al tute.

Al oír el chirriar de la puerta a mi espalda, giré la cabeza y observé la silueta de un hombre corpulento, de unos veintitantos años, con un semblante serio y que con las manos levantadas se volvió hacia mí.

Segundo fragmento:

(Juan hablando con Rebeca)

—Acababan de vivir una guerra, una de esas guerras incomprensibles si la analizas de una forma precipitada, pero comprensible, que no justificable, si analizas todos sus pormenores. Aquella gente había visto cómo sin apenas darse cuenta, amigos y vecinos empezaron a odiarse por justificar el amor a una patria. ¿Y qué es la patria? ¿Qué puede justificar que alguien mate por ella? Porque los que realmente iniciaron el conflicto amaban más al poder y al dinero, que por cierto siempre es un «actor» presente en estas cuestiones, que a su propia patria. Las gentes eran iguales, no podías apreciar ninguna diferencia viendo sus rasgos, dejando claro que tampoco hubiese habido ninguna justificación si hubiesen sido de razas diferentes. Pero es que ni eso los separaba. Y entonces, ¿qué pasó? Sencillamente que alguien encendió la llama del odio, ese sentimiento de ego desproporcionado de que su cultura y costumbres son mejores a las demás. Pero no contentos con esto, desprecian la individualidad y la forma de ser del que tienen al lado, pero no porque sea mala o les haga algún daño, sino porque es diferente. Las personas no nos conformamos en ser como somos, queremos que los demás se parezcan a nosotros, que estén bajo nuestro control. Posiblemente sea un problema de inseguridad en nosotros mismos, de pensar que el otro nos hará daño por no ser como nosotros; y éste es el caldo de cultivo para los de siempre, ese pequeño grupo de «privilegiados» que tienen el poder, y utiliza todo lo que está a su alcance para explotar la situación en su propio beneficio. Somos cien por cien manipulables como sociedad. Recuerdo cómo en algunos regímenes totalitarios, e incluso «aparentemente» democráticos, se utilizaba a agitadores para reventar manifestaciones que iban en contra del poder establecido, con el fin evidente de mostrar al mundo que aquéllos que protestaban eran todos unos delincuentes. Era el mismo gobierno el que colocaba en puestos estratégicos a gente pagada por él para crear disturbios. Y en la mayoría de las ocasiones, de cara a la opinión pública, les solía salir bien. Como he dicho, somos totalmente manipulables, y dominar los medios de comunicación es dominar el mundo. No en vano, estamos en la era de las comunicaciones.

ARTÍCULO "¿QUIÉN SALE BENEFICIADO SI DE MOMENTO SIGUE EL PARO Y LA PRECARIEDAD?"


Publicado en Bottup. Este es el enlace:

FRAGMENTOS DE "LA PLAYA DE REBECA"


Estos dos fragmentos pertenecen al capitulo titulado "El ser humano".
Primer fragmento:
Me desperté contemplando un día claro e intenso, limpio y puro, lleno de vida y esperanza. Así me debí sentir aquella mañana, porque pensándolo ahora en el tiempo, el día era igual que el anterior, y que el anterior del anterior. Era un día luminoso, con un sol difuminado por esas nubes quietas por la falta de viento, como esperando a que alguien las agite para continuar su marcha.

El día no era diferente a los anteriores. Era yo, que por alguna extraña razón, me sentía lleno de vitalidad y energía. Es curioso de qué forma estamos sometidos a nuestra mente. Es ella, y sólo ella, la que decide llenarnos de vida o de miseria. En realidad no tenía ningún motivo especial para sentirme mejor, pero quizá mis sueños fueran los «culpables» de esa agradable sensación. Llené mi día leyendo y observando aquellas nubes quietas que habían decidido pasar las horas conmigo.

Me alegré de que empezase a anochecer, y quizá fuese ese el motivo de que mi despertar fuese diferente, ya que sólo pensaba en la charla que me esperaba aquella noche. Nada espectacular, ni divertido, ni apasionado, simplemente una conversación con alguien diferente, alguien que parecía entender mis palabras y estaba dispuesta a escucharlas. Alguien, en una palabra, que me transmitía serenidad.

Segundo fragmento:

Me explicaron que las columnas del Partenón no son completamente simétricas, y que ello no se debía a un error de cálculo, sino a una pretensión de asemejarse a la naturaleza, a resaltar lo bello de nuestra realidad, y a no pretender llegar a esa perfección imposible que nos asemeje a un dios, sino a intentar que los dioses acepten nuestra naturaleza como humanos y traten así de ayudarnos para resaltar nuestras virtudes. La sociedad griega se basaba en el hombre y en su deseo de organizar el caos por el bien común. Perikles nos enseñó hace miles de años que los dirigentes han de vivir por y para el pueblo. Su democracia de hace miles de años quedó en el olvido durante siglos por esa falta de una conciencia colectiva de bienestar. Grecia nos enseñó las virtudes del hombre, pero no se «defendió» de sus maldades. El hombre es individualista y egoísta por naturaleza, pero no por maldad, sino por supervivencia. El problema viene cuando no se controla ese egoísmo, ese deseo de ser más que el otro, sin querer entender que el resto del mundo necesita lo mismo que nosotros. Llegar a ese equilibrio es lo que intentó Perikles, pero quizá pecó de benevolencia.

COMENTARIO LITERARIO SOBRE "LA REPÚBLICA DEPENDIENTE DE MAVISAJ"


A través de este enlace podréis ver el comentario realizado en un blog literario sobre "La República dependiente de Mavisaj":

sábado, 24 de septiembre de 2011

"LA PLAYA DE REBECA"


Pequeño fragmento del primer capítulo titulado "Una playa solitaria de un tiempo pasado":

Dejamos de hablar por un momento y empezamos a caminar rompiendo las olas a nuestros pies. Me sentí bien. Es como si hubiese encontrado por un momento una palmera perdida en medio del desierto, pensando que debía de haber no muy lejos una fuente de agua, de vida. Seguimos andando un buen rato, sin hablar, sin mirarnos, simplemente sintiendo ese calor extraño que supone el no sentirse solo. Y sin más, nos despedimos.

Me desperté relajado, tranquilo, con la sensación de que debía de haber soñado con algo maravilloso, o simplemente con algo que no me producía sufrimiento. Es curioso cómo nuestra mente nos hace mantener el equilibrio en momentos de crisis. A menudo pienso que el subconsciente, en momentos delicados, hace eso que nosotros somos incapaces de hacer la mayoría de las veces, es decir, mantener el equilibrio.

Dejé pasar las horas con desvergüenza, como vengándome de la frase «el tiempo es oro», regodeándome con esa sensación de alivio que supone el ir contra las normas, sobre todo de esas normas crueles y miserables que crean cuatro individuos «superiores» , para así someter a una masa aborregada en interés de ellos mismos.

Esa insignificante sensación es la que me mantuvo sereno durante todo el día, porque la pura y dura realidad es que no me sentía con ánimo de hacer ninguna otra cosa. Instintivamente dejé pasar las horas con la esperanza de que cuando volviera a la playa al anochecer, me encontrara otra vez con Rebeca, que así es como me dijo que se llamaba, antes de despedirnos la noche anterior.

ARTÍCULO "EL MAQUILLAJE MEDIÁTICO DE ISRAEL"


Publicado en Bottup. Para leerlo mejor podéis entrar en este enlace:

domingo, 18 de septiembre de 2011

Prólogo de "LA PLAYA DE REBECA"


Es curioso ver tu rostro en el espejo. A menudo pienso que siempre ha sido así, marcado por las cicatrices del tiempo, de los años vividos intentando encontrarte a ti mismo. Hubo un tiempo en el cual mi cabello era oscuro y mi alma limpia y pura, como el vestido de mi madre frente al altar. Con el paso del tiempo, mi cabello se fue volviendo de un delicado color blanco, mientras mi alma se fue oscureciendo por momentos.

A mis casi cincuenta años, he conseguido aclarar mi alma y teñir mi cabello con ese tinte que te devuelve a la vida, que te la hace beber a sorbos, paladearla y sentir su sabor, apreciando intensamente esos pequeños instantes que alguien te regala, y que quizá con veinte años no sabes apreciar. La historia que os voy a contar la viví hace un tiempo, cuando estaba inmerso en una de mis habituales crisis existenciales, en una época en la que no quería recordar lo vivido y en la cual aprendí a apreciar, paradójicamente, lo mucho y bueno de mi pasado, desterrando de mi memoria aquella sensación de soledad que nunca me había abandonado.

Como me aconsejó Rebeca en una ocasión, intento aliarme cada día con el tiempo, que sea mi amigo, que me cuente el secreto de cada edad, de cada época, y que cada minuto sea el primero de mi nueva vida. Hoy por hoy, intento recordar lo mejor de lo vivido, que no es poco, pero sobre todo, intento pensar en lo mucho que dentro de unos años tendré para recordar.

lunes, 22 de agosto de 2011

PRESENTACIÓN LITERARIA EN LA RIOJA






El pasado viernes 19 de agosto presenté en la localidad riojana de Aldeanueva de Ebro mis tres novelas junto a mi amigo Fernando Pérez Sanjuán, reconocido pintor y escultor, y ahora también escritor.
El director de la editorial Éride, Ángel Jiménez, abrió el acto en el que se habló del contenido de mis novelas "La Playa de Rebeca", "La República dependiente de Mavisaj" y "Año 2112. El mundo de Godal", así como de la ópera prima de Fernando Pérez Sanjuán que lleva por título "Gemelos".
El acto estuvo organizado por el Ayuntamiento de esta localidad riojana dentro de los actos culturales organizados durante este mes de agosto. Cabe destacar el gran número de asistentes que llenaron la sala, pues el mundo de la cultura no es ajeno a esta población ya que cuenta entre sus hijos más ilustres con uno de los mejores artistas de los últimos tiempos, el por desgracia ya desaparecido Miguel Ángel Sáinz.

lunes, 4 de julio de 2011