martes, 27 de mayo de 2014

lunes, 19 de mayo de 2014

FERIA DEL LIBRO DE MADRID

Como todos los años, el próximo mes de junio estaré firmando mis novelas en la Feria del Libro de Madrid. Estaré concretamente el domingo 8 de junio por la mañana en la caseta del Grupo Editorial Éride. Será un placer poder saludaros.

ARTÍCULO "PARAÍSOS CERCANOS: SALAMANCA"

Artículo publicado en la revista cultural "Los Ojos de Hipatia". Para poder leerlo deberéis entrar en este enlace: http://losojosdehipatia.com.es/viajes/paraisos-cercanos-salamanca/

viernes, 9 de mayo de 2014

FRAGMENTO DE "LA REPÚBLICA DEPENDIENTE DE MAVISAJ".

CAPÍTULO 8
El camaleónico Alain

Fue así como regresó a Mavisaj, titulado en derecho y «doctorado» por todos aquellos que lo rodeaban, en relaciones públicas. Sabía de su fuerza y de sus virtudes, pero su narcisismo no traicionó a su inteligencia, pues sabía que si en su isla se unía a la mente prodigiosa de su amigo de infancia, ambos podrían llegar a ser imparables. Después de casi cinco años sin verse, y sólo encontrarse frente a frente con su hermano del alma, una frase de complicidad y normalidad como si el tiempo no hubiera transcurrido, salió de su boca: «hola Pierre, cuéntame una de tus historias», le dijo. Pero en aquella ocasión no fue su amigo, sino él mismo el que le relató a Pierre alguna de las vivencias y contrastes que había sacudido su vida durante aquellos años. Sabedor de la fascinación que producía en Lemerre el arte, le detalló las excelencias del gran museo de la ciudad de Lonox, en donde había expuestas obras de un incalculable valor, las cuales, a través de los años habían sido expoliadas a los pueblos conquistados. La capital de aquel gran imperio lo tenía todo: riqueza, diversión y hasta miseria. «Sí Pierre, he visto miseria en la ciudad más opulenta del mundo», le decía. Le contó entonces que Lonox poseía una belleza sin igual, y tanto sus elegantes mansiones como sus majestuosos palacios, rivalizaban con la magnificencia de unos jardines que se asemejaban a los de un auténtico paraíso. Era encantador pasear un domingo por la mañana por sus amplias avenidas, le decía, y perderse en la fantasía de aquellos bosques incrustados en el mismo corazón de aquella gran urbe. Lagos y puentes colgantes se sucedían, a la vez que su gran masa arbórea oxigenaba la sonrisa de aquellos niños que lanzaban al viento sus cometas, mientras éste las acunaba y las mecía con su dulce brisa. Todo era bello y encantador, le seguía contando, pero un día aquel encanto se diluyó, como un azucarillo en medio de un profundo océano. Sí, Alain descubrió sin esperarlo un mundo paralelo situado a apenas unos minutos de aquel paraíso, un mundo escondido y olvidado para todos aquellos que se resguardaban en la artificialidad de aquel mundo creado sólo para los más pudientes. Y cuando un día abandonó por error las céntricas y opulentas calles de la gran ciudad, sus suburbios lo trasladaron, sin apenas tiempo de mentalizarse, a un lugar radicalmente diferente al que minutos antes había dejado atrás. Una especie de olor a orín se entremezclaba con el negruzco humo que las chimeneas de las fábricas emanaban, a modo de un laberinto entrecruzado de sentimientos y supervivencia, no totalmente definidos. Todo era de un tono gris, y la falta del verde de los árboles se agravaba por la ausencia de un cielo azul, al cual aquellas humaredas pestilentes ocultaban sin ningún tipo de rubor. Pareciese como si la vida y la esperanza hubiesen sido sustituidas por la desolación y la resignación más absoluta. Aquellas gentes con las que se cruzaba no sonreían, pues posiblemente ya no recordaban el placer de tal virtud. No, el mundo no era justo, pensó Alain, al tiempo que sus elegantes ropas lo delataban frente a aquella plebe necesitada, en ocasiones, de lo más básico. Y entonces, quizá por instinto, sus pasos se aceleraron con la prontitud del que necesita salir de un mal sueño, inquieto y desorientado ante tanta desolación. En efecto, sus ojos y sus sentidos lo habían trasladado al patio trasero de aquella gran potencia económica, en la cual el glamour y la belleza tan sólo eran privilegio de unos cuantos.
Así es, todo esto es lo que Alain le fue contando a su amigo, y por tal motivo empezó a tomar conciencia cuando vio a las gentes que poblaban aquellos barrios periféricos vivir de una forma indigna, a pesar de ser súbditos de la nación más poderosa sobre la faz de la Tierra. Se dio cuenta de que los dirigentes de aquellos países imperialistas que dominaban el mundo y oprimían a las gentes de sus colonias no se comportaban mejor con las clases humildes que residían en su propio Estado. Evidentemente, aquellos obreros vivían infinitamente con más holgura que los de cualquier país tercermundista, pero ello no era consecuencia de la benevolencia de sus gobernantes, sino de unas durísimas luchas a través de los años, reivindicando unos mínimos derechos y dignidad. Y aun así, la diferencia entre ricos y pobres era abismal. A pesar de no ser un utópico como Pierre, Alain siempre pensó que un Estado debía basarse en la igualdad de oportunidades para sus ciudadanos, en el que cada uno ganara según su esfuerzo, pero nunca de una forma incontrolada en donde tipos con miles de millones convivían con otros que apenas podían cubrir sus necesidades más básicas. Cada vez le sorprendía más que, a pesar de la riqueza de aquella superpotencia económica, los guetos de marginalidad se iban acrecentando en sus mismas entrañas. Constantemente pensaba que si aquellos gobernantes no estaban dispuestos a mejorar las condiciones de los suyos, menos aún lo harían con los habitantes de un país como el suyo. Comprendió que, además de vivir en un mundo de locos, los que lo dirigen están dominados por el egoísmo y la avaricia sin control, y que aquellos dirigentes que expoliaban las riquezas de otros países, eran incapaces aun así, de compartirla con sus propios compatriotas.

Sí, Alain Brosse era un vividor, pero no por ello dejaba de observar y opinar sobre lo que veía, y aquella metrópoli que tanto le fascinó en un principio, empezó a horrorizarlo años más tarde debido a sus desgarradores contrastes. Así es, Alain Brosse fue un vividor, pero un vividor que empezó a tomar conciencia.

ARTÍCULO "¿HASTA QUÉ PUNTO HEMOS SIDO RESPONSABLES INDIRECTOS DEL COMPORTAMIENTO DE LOS POLÍTICOS?"

Artículo publicado en la revista cultural "Los Ojos de Hipatia". Este es el enlace para poder leerlo:
http://losojosdehipatia.com.es/opinion/hasta-que-punto-hemos-sido-responsables-indirectos-del-comportamiento-de-los-politicos/

sábado, 3 de mayo de 2014

MÁS NOTICIAS DEL ACTO DE HOMENAJE AL PROFESOR SERGIO BESER

En este nuevo enlace podréis ver más información del acto de homenaje al profesor Sergio Beser, en el cual también se concedieron los premios del "I Concurs de Micro-relats Sergio Beser". Tal y como dije en el evento y podréis leer en esta nueva crónica, como miembro de este ilustre jurado formado por periodistas y escritores tan relevantes como Josep Martí Gómez o Rosa Regàs, entre otros, debo destacar la buena calidad literaria de los relatos. Felicidades a los galardonados. Este es el enlace de la noticia:
http://comarquesnord.cat/setmanari/2014/05/02/comunicacions-dels-ports-ret-homenatge-a-sergio-beser/

ENTREGA PREMIOS DEL "I CONCURS DE MICRO-RELATS SERGIO BESER"


Esta es la crónica de la entrega de los premios, en donde también se homenajeó la figura del profesor Sergio Beser: http://comarquesnord.cat/2014/04/26/morella-homenatja-el-professor-sergio-beser/

ARTÍCULO "CARCASSONNE: LA JOYA DEL LANGUEDOC"

Artículo publicado en la revista cultural "Los Ojos de Hipatia". Para leerlo deberéis entrar en este enlace:
http://losojosdehipatia.com.es/viajes/carcassonne-la-joya-del-languedoc/

FERIA DEL LIBRO DE VALENCIA 2014


Firmando ejemplares de mi última novela, "Mario y el reflejo de la luz sobre la oscuridad", en la Feria del Libro de Valencia.